mercredi 23 juin 2010

JOUETS DE TOUJOURS


Ça y est ! C’est parti !
Allez-y dès maintenant, et sans modération : il reste tellement peu de choses de nos jours que l’on puisse déguster sans modération...

Ostal del libre - découvertes occitanes
edicion e difusion de produchs culturals occitans
association 1901, agréée Jeunesse et Education populaire
32 Cité Clair Vivre, BP 602
15006 AURILLAC Cedex

tél : 04 71 43 33 69
fax : 04 71 48 93 79
courriel : ostal.del.libre@cegetel.net
http://ostal.del.libre.cantalpassion.com

mercredi 16 juin 2010

Bienvenue aux " Jeux de la Terre"


Une bien belle initiative d'Anne!
Allez-y vite! C'est ICI.

Vous y trouverez toutes les belles réalisations que vous souhaitez acquérir ou que vous aimerez offrir.

lundi 14 juin 2010

LAÀS * FESTIVAL DE CANNE[s]


Un mémorable concert de mirlitons et de voix béarnaises!


Une création pour le Festival de 2010.

mercredi 26 mai 2010

FÊTE DES SIMPLES


Si vous passez par là, ou mieux, si vous pouvez vous y rendre, voici un rendez-vous à ne pas manquer, avec des gens compétents qui vous (ré)apprendront à dialoguer avec la Nature et à l'aimer !
C'est à Plounéour Ménez.
Cliquez ICI.

lundi 24 mai 2010

lundi 17 mai 2010

¡ ¡ Une bien bonne nouvelle ! !



Pas une minute à perdre!
Clic ici

Journées à FIGUERES: Les Jeux dans l'Histoire

Una magnífica página sobre juegos y juguetes:
Une magnifique page sur les jeux et les jouets:
Una magnífica pàgina sobre els jocs i les joguines:
Una magnifica pagina suls jòcs e los joguets:
Um excelente site sobre o jogo e brinquedos:
Ben jugat! Biel Pubill


Els Jocs en la Història
Moltes gràcies, Biel, per haver-me ofert l'honor d'intervenir en la vostra Festa de la Joguina, a tot l'equip organitzador per l'entranyable acollida, i al públic tan receptiu.
Gràcies per la ressenya tan elogiosa però immerescuda que poses en el teu blog.
Heu sabut entendre meravellosament el que estic fent.
Una abraçada a tots.

dimanche 16 mai 2010

POIESIS LÚDICA Y VERBAL


Le sistre de l'enfant dieu Ihy, avec la Vache Hator.


Llama la atención la cantidad de juegos y juguetes arquetipales cuyos nombres están vinculados con términos característicos de lo sagrado. ¿Se puede uno preguntar por qué? ¿Y tratar de proponer una respuesta?

La poiesis es una acción que consiste en realizar un objeto artificial en función de un saber. Veremos cómo el juego y el juguete son poiesis. Cultura inmaterial y cultura material.

« Todo lo que vive es redondo », dice mi viejo amigo Pierre Dumont. Y se puede añadir que todo lo que es redondo es sagrado. El círculo: la figura perfecta de matemáticos, religiosos y esoteristas: la que no tiene ni principio ni fin...
Empezaremos pues por el ‘cércol’ en catalán, cerceau en francés, aro en español.
Las palabras cércol y cerceau derivan del latín circulus, y éste ultimo procede de circus, que designa a la vez el ‘círculo’ y el ‘circo’.
Circus deriva del griego kirkos (Κίρκ), directamente vinculado a kirké, (Κίρκη), de donde procede ‘Circe’, la hechicera de la Odisea, hija de Helios, redondo éste, a su vez.
¿Cuál ha sido el devenir de kirké, en alemán y en inglés? ¡ Kirche y church, que significan ‘iglesia’!
Circo e iglesia: el mismo origen. ¿Y el mismo combate? Posiblemente. Y ¿contra qué?

Veamos ahora los dados de jugar, en latín alea.
En la expresión « Alea iacta est », el término alea ha conservado el significado de ‘suerte: ‘la suerte está echada’. En efecto, echar los dados es dar la palabra al azar, que es el otro nombre de Dios o de los dioses, en el pensamiento mágico.
Notaremos que Alea es uno de los nombres de Minerva, diosa de la sabiduría y de la guerra, nombre de doble carga semántica contradictoria, siendo esta característica una de las marcas más señaladas de lo sagrado.

¿Y el juego de la Oca?
Todos sabemos que el juego de la Oca es un laberinto iniciático.
Su origen es posiblemente el mehen o “juego de la serpiente”. En el Antiguo Egipto, Mehen era el Dios Serpiente, protector del Sol en su periplo nocturno. Parece ser que el premio para el ganador era un pasaje en la barca del Sol, para así renacer como él, después de su muerte.
El juego del mehen constaba de una serpiente enroscada sobre sí misma, troceada en muchas secciones y los jugadores utilizaban peones para avanzar hacia la salida que era ... ¡el pico de la Oca solar!
El ave y la serpiente: el mismo símbolo iniciático que el dios Quetzalcóatl (la “Serpiente emplumada”).
Por otra parte, el Camino de Santiago está jalonado de municipios que llevan el nombre de Oca o Ansar, que son sinónimos, y según una periodicidad que recuerda la de las Ocas en el juego. Y bien se sabe que el Camino de Santiago es en realidad un recorrido iniciático, de la vida hacia la muerte simbólica, a la ida (del Sol naciente hacia el Sol poniente), y de la muerte hacia la vida, a la vuelta: el renacer después de la iniciación.
Además, pienso que la Oca es un animal “trinitario”, ya que se mueve en tres ámbitos: la tierra, el agua y el aire, de ahí su carácter sagrado de pontifex, o sea de puente intermediario entre la Tierra y el Cielo.

El rombo, también llamado bramadera, zumbador o churinga, etc., es un buen ejemplo de instrumento ritual “venido a menos”.
Claude Lévi Strauss, en su libro “Triste tropiques” (1955), lo presenta en su entorno original: cuenta cómo los bororos de Amazonia utilizan unos ejemplares que miden de treinta centímetros hasta un metro cincuenta, asegurando que el ruido que producen es la voz de los espíritus que visitan al pueblo. Añade que a las mujeres les está terminantemente prohibido ver dichos rombos bajo pena de una buena paliza.
No olvidemos los “bull-roares” de los aborígenes australianos, ni similares artefactos que fueron hallados en yacimientos prehistóricos, de hueso éstos últimos.
Para corroborar la experiencia de Lévi Stauss, también podemos acudir a unos autores más antiguos, por ejemplo Clemente de Alejandria (150 – 215) que describe ciertos “juguetes” de Dioniso niño, llamados “rhombos”, lo que significaba “ruedas mágicas”, y que se utilizaban en diferentes ritos divinatorios.
Además, el rombo está vinculado a la “vesica piscis”, de donde salen las mandorlas.
El rombo, supuestamente destinado a convocar a los espíritus o a los dioses, en realidad servía para exorcizar miedos sobrenaturales de diversa índole y para tranquilizar al pueblo.

La historia de la palabra francesa cerf-volant, en español ‘cometa’, es muy reveladora de la pérdida de las raíces culturales del juego y del juguete, y de paso, de los propios orígenes lingüísticos.
En efecto, esta denominación, aparece en 1669, es decir 34 años después de la fundación de la academia francesa por el Cardenal de Richelieu... De manera totalmente infundada, en ella surge el ciervo o venado (cerf en francés); en realidad, procede del occitano sèrp-volaira o serp-volanta que significa ‘serpiente voladora’. Esta etimología es coherente con el nombre de este artefacto en diferentes idiomas: en ruso, se llama Змей (pronunciado «zmiei»), palabra que también significa ‘serpiente’. En búlgaro el mismo vocablo quiere decir ‘dragón’.
Si acudimos al castellano, encontramos ‘cometa’ (en femenino). Pues bien, la palabra raíz, en griego, es κομήτης (cometes), que significa cometa como sustantivo y peludo, como adjetivo.
Es evidente que el cerf-volant, la cometa, es un instrumento mágico, utilizado para exorcizar el supuesto maleficio representado por el cometa, y por eso adopta su misma forma, de cabellera, de dragón o de serpiente, según la visión que tiene del cometa la civilización concernida.

Sistros, carracas, crótalos, sonajeros...
¡Gran familia, ésta, de los idiófonos!
¿Instrumentos de culto o de música sagrada, soportes de magia, juguetes?
¿Y si fueran todo eso, a la vez?
Los primeros sistros aparecen probablemente en el Antiguo Egipto, o en Oriente, unos miles de años antes de Jesucristo.
Existían en Egipto dos tipos de sistros: el sakhm o sajm, constituido de una caja de resonancia con anillos metálicos, y el saischschit, formado por la cabeza de la Vaca Hator con sus cuernos entre los cuales estaban fijados varios discos metálicos, ensartados sobre unos hierros.
La utilización de aquellos sistros era estrictamente sagrada y ritual: se reservaba a las mujeres y a Ihy el niño dios, y eso durante las danzas y los cantos en honor a la diosa Hator.
Posteriormente, los coptos los adoptaron como instrumentos rituales.
Otros idiófonos similares coexistían con el sistro: címbalos, campanillas de bronce, así como unos collares musicales constituidos de un par de crótalos y pequeños címbalos.
El menat egipcio era un gran collar de perlas que se utilizaba como carraca.
Y es que la carraca, que es de la familia de los sistros, tiene una larga y compleja historia...
Las primeras, en manos de hombres prehistóricos, fueron posiblemente intercesoras en la comunicación con el dios del trueno y del rayo, cuya “voz” seca y crepitante imitaban, en un afán de apaciguar su ira.
Desde el origen, su papel fue alejar o exorcizar peligros y maleficios; es así como los judíos las utilizaron para borrar de la Historia el recuerdo de su enemigo Haman, tocándolas ruidosamente durante la festividad de Purim.
Y los cristianos no se quedaron atrás en las practicas mágicas, ya que hace poco todavía, en Semana Santa se tañía el ‘matracón’, oyéndose el ‘matraqueo’, supuestamente para sustituir a las campanas de viaje a Roma, como se les cuenta a los niños en Francia, pero en realidad para fustigar a los judíos culpables de haber matado a Jesús. En algunos pueblos, por ejemplo en Villafáfila (Zamora) o en Villaroya de la Sierra (Zaragoza), era el momento llamado “matar judíos”...
El propio sonajero no se libra de la magia: era tradición incluir en él siete guijarros o semillas, con el fin de que el niño, al agitarlo, alejara de sí los siete pecados capitales.

¿Quién se atrevería a decir que el columpio es tan sólo un inocente juego de parques infantiles?
En griego, columpio se dice αίώρα, (aiora) y este vocablo designaba antiguamente todo lo que sirve para colgar en el aire, la cuerda para ahorcarse, el columpio, la hamaca, una vasija colgada en un templo o cerca de una tumba, la parra (es decir la vid) o el vuelo de un pájaro, etc.
En Atenas, las αίώραι (aiorai) eran fiestas en honor de Erigone. Y, ¿qué nos dice la mitología? Nos dice que Erigone se suicidó, ahorcándose, al ver que su padre había sido asesinado por unos vecinos a quienes había enseñado a beber vino, y que, en conmemoración de esta muerte, las muchachas se balanceaban en unos columpios, durante las dionisiacas fiestas de las vendimias.
¿Un rito de purificación? ¿De exorcismo, de sustitución a un sacrificio humano? Con toda probabilidad. Y también un rito de vértigo, el “ilynx” de Roger Caillois, rito asimismo de fertilidad y de transgresión sexual, como se ve en el cuadro de Fragonard (1767), “L’escarpolette”...

La muñeca.
No sorprenderá a nadie que en esta charla hable de la muñeca —en francés poupée, en alemán puppe, o el inglés puppet (títere, marioneta)—, palabras éstas últimas derivadas del latín pupa, ni que en griego antiguo, muñeca se decía κóρη. (‘kore’).
No descubriré nada diciendo que tanto pupa en latín como kore en griego significaban a la vez « niña » y « muñeca ».
Lo que me interesa aquí, es que la niña romana ‘pupa’, al llegar a la pubertad, entregaba su muñeca ‘pupa’ a Venus.
¿Qué nos puede enseñar esta confusión semántica ? ¿Qué la niña era una muñeca, o que la muñeca era una niña ?
Creo que las dos cosas a la vez : en el momento de la pubertad —o de la iniciación—, se realiza un sacrificio ritual: muere la niña para que nazca la mujer. Morir para crecer. Aparecen aquí las dos caras de la violencia de lo sagrado : ritual, a través de la muerte de la niña, e institucional en el mito religioso gobernado por Venus.
Más adelante, la muñeca será para la mujer adulta un soporte ritual capaz de reinicializar lúdica y simbólicamente los beneficios del sacrificio fundador de su identidad sexual y social.

El papel ritual y social del juego.
Todos los ejemplos referidos tienden a probar la intimidad de los vínculos existentes entre el juego y los juguetes por una parte, y la magia y lo sagrado por otra.
En este punto, no podemos pasar por alto una definición de “lo sagrado”.
Por favor, dejemos a Dios tranquilo, y digamos que lo sagrado es ante todo un derivado del sacrificio que preside a la fundación de cualquier grupo humano: “sacrificio” es sacer facere, o sea ‘hacer [que algo sea] sagrado’ .
Del sacrificio fundador brotan todas las Instituciones, los saberes, las reglas sociales, la estructuración de la persona, etc., y por supuesto también el juego, hasta tal punto que Joan Huizinga pudo definir al Hombre como “Homo ludens” en su ya clásica obra maestra.
Sin ahondar demasiado en el tema, porque no tenemos tiempo ni espacio, diremos que la magia, los ritos y lo sagrado son conceptos y prácticas destinados a mantener el orden entre los hombres, luchando contra la peor de las plagas, la violencia, a escala individual y colectiva, siempre dispuesta a manifestarse de forma destructora en los períodos de cambios: el circo y la iglesia.

En nuestro caso, el juego y el juguete son realizaciones artificiales elaboradas en el seno de unos contextos socioculturales determinados. Son poiesis y son ritos.

La conclusión a la que llegamos, es que el juego, en un principio, no es un juego sino un rito plenamente implicado en el mantenimiento del orden, a condición que se inscriba, eso sí, en un mito coherente.

Y el caos empieza cuando ya no hay mito, el mito no funciona, o es una insensatez como lo son la mayoría de los que imperan hoy en día...
Antes de su iniciación, el niño vive en un espacio-tiempo « sagrado », es decir regido por la violencia pre-sacrificial, y por lo tanto exento de los tabúes de los adultos; así es como tiene libre acceso (lúdico y pre-iniciático) a los objetos de los cultos rituales. Vive en « plural », gobernado por las reglas que rigen este plural, puesto que sólo adquiere su individualidad adulta a través de la iniciación. —Notemos, a este respecto, que en los idiomas el plural es filogenéticamente anterior al singular.—
Hoy en día, a falta de mitos y de ritos iniciáticos coherentes, la gente vive en el caos de la violencia pre-sacrificial, es decir no institucionalizada. El rechazo de las reglas, sean sociales, del juego o de la ortografía, tanto los desbordamientos en los estadios como la ludopatía, son en realidad una vana tentativa de llamada al sacrificio que haría “reset” en lo colectivo y lo individual.
¿Será que ya se agotó la eficacia de los juegos de estructuración violenta del orden (los dioses y las religiones, las patrias, las guerras, etc.) y que llegó el tiempo de poner en marcha el juego de la solidaridad y del amor?

mercredi 5 mai 2010

"VOYAGEURS EN TRANSIT"

Une fois n'est pas coutume: nous allons nous éloigner un moment des jouets et des jeux avec une lecture qui sort de l'ordinaire:


"Ce livre, écrit d'une façon très simple et agréable, ouvre la boite de Pandore... et en l'ouvrant nous trouvons, avec une grande surprise, face à une vision de la mort différente de celle qu'on nous a racontée: plus simple, pleine d'espoir et méme agréable. Après une confrontation, dans la pratique médicale quotidienne, avec le processus de la mort, et à partir d'une expérience proche de la mort vécue personnellement, le docteur HERASO à fait des recherches des années durant sur ce sujet, dont les conclusions, rapportées dans ce livre, dévoilent qu'il y a beaucoup de tabous et de fausses vérités dans les enseignements que nous ont été transmis, générant des peurs et des angoisses, dans beaucoup de cas rentables pour ceux qui se dressent comme intermédiaires entre nous et tout le processus de la mort. D'après les personnes qui l'ont lu, ce livre transmet une sensation de soulagement et de paix, en attendant qu'on devienne des VOYAGEURS EN TRANSIT... "

Vous pourrez vous le procurer ICI:

BONNE LECTURE!

Et pour refaire le lien avec le ludique:
La vie n'est-elle pas un jeu qui consiste à apprendre à mourir? Ce qui veut dire que ce n'est pas forcément triste!

samedi 10 avril 2010

La famille Zozio



Saint Maximin-La Sainte Baume..., la barre montagneuse de calcaire qui surligne de blanc, là-bas sur l’horizon, le mythe de Marie-Madeleine, la légendaire épouse du Christ ; les touches sombres des pins parasols parmi les verts délicats du printemps, le Sud méditerranéen, l’immense basilique inachevée qui, ventre en l’air, s’ébroue complaisamment sur la ville... que de cartes postales !
Et puis les amis : les présents et l’absent, celui qui nous a si tôt quittés, et tant d’autres visages maintenant familiers dont on confond parfois les noms mais pas la joie ni les sourires...

Aujourd’hui de retour, je retrouve une modeste poignée de pommes de pins pignons, les plus charnues, collectées à l’occasion des pauses sur l’autoroute, et soigneusement rangées au fond d’un bac à jouets.
Le moment est venu, pour exalter ces souvenirs, de fabriquer quelques petits oiseaux, à la manière d’un autre ami, João Pinto, portugais celui-ci.
J’ai en effet eu la surprise, voici quelques mois, de recevoir une invitation venue du Portugal, de la part d’un inconnu, João Pinto Vieira da Costa, à une exposition de ses magnifiques réalisations, chez lui, à Vila Real.
Nous avons fait depuis plus ample connaissance, et nous avons échangé nos livres. Le sien, où il m’a fait l’honneur de me citer en bibliographie, s’intitule « Flora de brincadeiras », ce qui signifie « Flore de jouets ». Il constitue une approche vraiment originale du sujet: présenter les jouets traditionnels de sa région, au nord de son pays, à partir des végétaux qui servent à les fabriquer.
On réalise ces oiseaux avec des pignes rongées par les écureuils. N’en ayant trouvé aucune au cours de ce voyage, ou alors entiérement dévorées, j’utiliserai des pignes entières que je devrai dépouiller de leurs bractées et toiletter moi-même.
Je dis « réaliser » ces oiseaux, et je devrais dire « créer ». Prétention d’artiste « créateur » ? Non, absolument pas !
Je dois me rendre à l’évidence : tous ces oiseaux, posés en file sur mon étagère, me regardent maintenant d’une étrange manière...

Voyons un peu cela.
Arracher les bractées est un travail assez fastidieux, car, constituées de grosses fibres particulièrement résistantes, elles se refusent à l’arrachage. Il faut utiliser pour cela des pinces à bec de cigogne, saisir l’écaille et la torsader ; des fibres blanches restent encore en place, mais c’est un plus, car elles seront idéales pour figurer les plumes. Et, comme le font les écureuils, on laissera en place les écailles de la pointe pour figurer la queue.
Il conviendra ensuite de regarder la pigne sous tous ses profils, à contre-jour, —au passage nous remarquerons que les bractées sont disposées en spirales— et déjà « voir » où sera le bec.
« Où sera le bec » ? Non : où il est déjà !
Nous avions entre les mains un ‘vulgaire’ pigne, décrochée de l’arbre par un écureuil ou simplement tombée de son propre poids sur un lit d’aiguilles, destinée à redevenir poussière comme chacun d’entre nous, et voici que soudain un oeil, le mien, le vôtre, y voit une tête et un bec, comme faisait Michel-Ange qui avait déjà la vision de sa future statue dans la masse du bloc de marbre...
C’est quoi, créer ?
Est-ce apporter une « vie », conçue comme une composante extérieure d’une autre nature que lui et qui le transcende, à un amas de cellules ou d’éléments inertes, comme l’électricité qui donne « vie » à un ordinateur, ou bien est-ce « révéler », « actualiser » des potentialités déjà présentes dans cet amas ?
Et si, dans chacune des millions de pignes qui jonchent le sol des bois de Provence, « dormaient » de petits oiseaux qui n’attendent qu’une main, celle de leur « créateur » ?
On pourrait se dire qu’avec telle ou telle pigne on peut faire n’importe quel oiseau ; eh bien, non ! La forme est déjà présente, grassouillette ou maigrichonne, gibbeuse ou bien plantée, et l’emplacement du bec —il n’y en a qu’un seul qu’il ne faut pas rater— arrogant, agressif ou débonnaire.
La sculpture de l’ensemble se fait au couteau —ou à la ponceuse, mais ne le dites à personne !—. Elle consiste à révéler la forme, surtout celle du bec qui naîtra de celle des bractées qui était juste au bon endroit.
Pour le toilettage on utilisera la pince coupante ou la pince à ongles.
L’oiseau a maintenant révélé son expression corporelle, celle qui était prévue et que l’on ne peut guère modifier. Celle, déjà, qu’avait extraite l’écureuil, innocent démiurge...
Les modèles de l’ami João, au moins les copies que j’en avais faites, me semblaient un peu chauves. J’ai donc opté pour les coiffer d’une aigrette, avec une bractée légère, celle de l’épicéa. Je trouve que ça leur donne un air plus enlevé. Et je compte bien qu’ils m’en soient reconnaissants !

Reste à faire les yeux sur lesquels le « créateur » a tout pouvoir.
N’ayant pas sous la main de petites graines noires des herbes de l’été, j’ai expérimenté plusieurs méthodes : une simple tache d’encre, une grosse goutte de colle noircie lorsqu’elle a séché, et enfin de minuscules rondelles de bois collées et marquées au centre d’une pupille. J’en suis là pour le moment.
Et c’est une grosse responsabilité !
J’ai devant moi, sur mon étagère, ma petite famille Zozio : ils sont tous là à me regarder de manière inquiétante.
Est-ce que les yeux de l’un n’iraient pas mieux à l’autre ?
Est-ce qu’une pupille plus légèrement décentrée, vers le haut, vers le bas ou d’un côté n’exprimerait pas mieux ce que celui-ci veut me dire ?
Ai-je respecté, entre les yeux et l’expression corporelle tout entère, la cohérence du message que celui-là avait pour projet d’apporter dans ce monde, de me dire à moi ou à vous qui le regardez ?

Et maintenant vous me direz : —« Mais, cette « vie » que tu crois lui avoir donnée, elle est tout simplement fantaisiste et imaginaire ! Est-ce qu’il bouge ? Est-ce qu’il chante ? Est-ce qu’il va s’accoupler avec les autres pour te donner des petits ? Est-ce cela, une « vie » ?
A quoi je répondrai : —« Et, au fait, c’est quoi, une « vie » ?
C’est vrai qu’ils « vivent » dans mon imaginaire, et que, d’une certaine manière, ils s’expriment : celui-ci qui promène son oeil sévère sur l’environnement, celui-là qui médite, tassé comme un Bouddha, et tel autre qui s’étonne sans fin d’avoir atterri dans ce monde. Et encore celui qui me reproche de l’avoir mal toiletté, et cet autre mal planté sur ses pattes, et enfin toi que j’ai un peu trop mal « oeillé » ? Vous croyez que je ne vous entends pas ?
Leur vie est-elle en eux ou dans mon imaginaire ?

Et si, en dernière analyse, la « Vie » n’était que le produit d’une imagination ?

mercredi 7 avril 2010

"O TRIGO DOS PARDAIS" *** "RAIZ DE BRINQUEDO"


Desejamos o melhor sucesso ao livro e a exposição.

lundi 22 mars 2010

Els Jocs en la història


Benvolguts/des amics/gues:
Aquí està l’enllaç del tríptic amb el programa i la butlleta d’inscripció a la Jornada “Els Jocs en la història: Cultura materia i cultura immaterial en el joc” que es realitzarà a Figueres (l’Alt Empordà) el propers 14 i 15 de maig de 2010.

samedi 13 mars 2010

dimanche 21 février 2010

Passarinho que canta para quem sabe ouvir ...



Em homenagem ao jovem maestro João Pinto,
uma reprodução do magnífico passarinho que publica no seu blog.
Com todos meus agradecimentos, e bem amistosamente.

mercredi 20 janvier 2010

L'innocente boîte de camembert


Quitte à heurter les gourmets et les puristes, je dois avouer que je préfère le contenant au contenu, non que je n’aime pas le camembert, mais parce que je trouve le premier porteur de beaucoup plus de rêve et de créativité.
J’ai cependant de ce noble fromage des souvenirs « épiques », les casse-croûtes iconoclastes de mes vendredis d’étudiant sur le parvis de Notre Dame la Grande, à Poitiers où, avec quelques compères, je me goinfrais de sandwichs bourrés de camemberts périmés, noirs et suintants, achetés en solde au marché voisin, et bien sûr convenablement arrosés de quelque gros rouge qui tache, au grand scandale des bigotes cocassement chapeautées, qui se frayaient entre nous un passage sur le chemin de la prière...
Aujourd’hui, c’est plutôt le noble mais capricieux bois de peuplier déroulé de la boîte qui a mes faveurs, car innombrables sont les jouets que l’on peut faire avec !
Il en va de la boîte de camembert comme du mirliton : étant devenu un de ses plus fervents laudateurs et prosélytes, j’ai voulu en savoir un peu plus sur son histoire.
Riche histoire qui commence par la légende de la madonne du village de Vimoutiers, Marie Harel (1761 – 1818) qui aurait reçu d'un prêtre, pendant la Révolution Française, le "secret" de la fabrication de ce fromage. En effet, l'abbé réfractaire Charles-Jean Bonvoust aurait demandé accueil chez Marie Harel, et il était originaire de la Brie ...
Mais il semble que ce ne soit là qu’une légende, car ce type de conservation du lait était connu bien longtemps auparavant, dans la région.
Il n’empêche : la dame a sa statue dans son village, et aussi dans dautres !
Mais, venons-en à la boîte.
Ce qu’a pu faire le Chemin de Fer !
Vers 1850, deux facteurs déterminants allaient se combiner pour donner naissance à notre boîte : le succès grandissant de la formule de ce fromage local, et l’apparition du chemin de fer qui allait lui ouvrir les portes du monde entier et, d’abord, de la Capitale.
Il faut bien dire que si le transport d’un camembert pouvait aisément se faire dans des paillons, d’un village à l’autre du Pays d’Auge, il en allait tout autrement lorsque les distances et le temps étaient en cause ...
C’est ainsi que de nombreuses tentatives eurent lieu pour mettre au point un emballage adapté au modernisme : du papier fin pour chaque exemplaire, et du gros pour les paquets de cinq, séparés entre eux par des plaquettes de bois ; puis vint l’idée des boîtes, en épicea attribuées à Mr Rousset, ou en peuplier cloué, puis plus tard agrafé, à Georges Leroy. Les toutes premières étaient confectionnées une à une par les femmes des ouvriers de la scierie, le soir à la maison, à partir de longs copeaux cloués sur des cercles déjà découpés.
En 1912, la « dérouleuse », sorte de taille-crayon géant, produisait déjà ces rubans qui n’ont pas changé aujourd’hui.
Notre boîte avait donc atteint sa forme définitive dès les premières années 1900. Plus d’un siècle !
Et, en plus du patron, elle nourrissait de nombreuses familles ; jugez-en par cette sortie des usines Leroy. Observez tous ces enfants au premier plan, habillés en adultes : étaient-ils là seulement pour la photo ou en simple garderie ? Le timbre (Semeuse n° 137, 1907/192O) nous donne la date du cliché : sans doute avant la guerre de 14.

Il ne manquait plus que l’étiquette, support qui exitait déjà depuis le milieu du XIXe, et qui prit aussitôt la forme que nous lui connaissons, en concurrence avec la pyrogravure qui ne l’a jamais supplantée.
Ah ! L’étiquette : c’est elle qui est la mère des « tyrosémiophiles », dont je ne suis qu’occasionnellement.
« Tyrosémiophile » : encore les racines du grec ancien pour dire le monde d’aujourd’hui, même si c’est avec un peu de cuistrerie : « tyro » (tyros) = fromage, « sémio » (séma) = signe, « phile » (philia) = amour. En clair, l’amour des signes du fromage.
La chance pour le bricoleur constructeur de jouets vient de ce que, durant sa conservation et son transport, le camembert a besoin de respirer, ce que seul peut lui offrir le bois, matière vivante s’il en est. Nous sommes donc (encore ?) à l’abri du plastique !
Revenons à la « dérouleuse », cet énorme taille-crayons qui, de sa lame surpuissante « déroule » effectivement les troncs, comme s’il s’agissait d’un rouleau de papier, et d’où il sort une interminable feuille d’environ 1 mm d’épaisseur.
La particularité de cette longue feuille, c’est que les fibres du bois se
retrouvent disposées dans le sens de sa largeur. Pour réaliser les bords de la boîte, il convient donc de découper des rubans en travers de la feuille, afin que les fibres soient ininterrompues, sur toute leur longueur. Cette technique assure au ruban une très bonne résistance au cintrage nécessaire à la construction de la boîte ronde.
C’est une particularité que le bricoleur devra savoir observer et dont il devra tenir le plus grand compte dans sa pratique. L’expérience montre que les débutants n’en ont pas la moindre idée...
Il s’agit pour nous ici de « désindustrialiser » le bois, c’est-à-dire de retrouver sa morphologie naturelle en « dialogant » avec lui.
D’abord, démonter la boîte. Que de gaspillages n’observe-t-on pas entre les mains malhabiles ! La difficulté consiste à retirer les agrafes sans fendre le ruban sur la longueur. On peut utiliser la pointe du couteau pour ouvrir les agrafes par l’intérieur, mais le plus efficace et sûr est de couper ces agrafes, de l’extérieur, au niveau du pli, avec des pinces coupantes. Ensuite, pour couper par le travers, les ciseaux font merveille.
Toutes les pièces qui seront découpées, aux ciseaux ou à l’emporte-pièces avec le fer rouge, devront l’être en alignant la longueur de ces pièces sur le sens de la longueur des fibres. S’il est nécessaire de renforcer les objets découpés, par exemple les pales du « moulin camembert », il suffira de les enduire de colle à bois qui devient ensuite transparente et respecte à la fois l’aspect et la couleur du bois.
Une intéressante coincidence fait que l’épaisseur de ces rubans de bois correpond à celle d’un scie à métaux, ainsi, par exemple, les oreilles de la souris peuvent-elles être directement encastrées et maintenues sans colle dans la coquille de la noix.


Innocente, la boîte de Camembert, disais-je ?
Oui, certainement, si l’on considère qu’elle accepte généralement sans trop rechigner d’être abandonnée, après son premier et unique voyage, même au tri sélectif...
J’en vois une, ici sur ma table, rustique à souhait, un peu « brute de décoffrage », légère, aérée, robuste : un chef d’oeuvre !
Mais, au fond, n’est-elle pas si merveilleuse par la seule magie du regard que l’on porte sur elle, comme le sont tous les êtres aimés ?

mercredi 13 janvier 2010

Jeu et métanoïa



Le concept ancien de «metanoïa» avait déjà été monopolisé depuis longtemps par les religions, spécialement celles issues de la Bible qui l’ont traduit par ‘pénitence’ ou ‘repentance’, termes chargés de dolorisme, de culpabilisation et d’aliénation à qui a le pouvoir de guider les fidèles, «Dieu» ou ses «représentants».
Récemment, il vient d’être récupéré par les «coachs» de l’entrepreunariat : une sorte de conversion aux nouveaux dieux du consumérisme, du business et de la financiarisation !
Sommes-nous tombés de Charybde en Scylla ?

Pour s’en faire une idée, il nous faut réapprendre à penser, tenter de récupérer un peu du temps et du sens perdus, par exemple depuis Eratosthène (276 – 194 Av. J.C.) qui avait su mesurer avec une étonnante précision le diamètre de la Terre, avant que sa découverte ne soit étouffée pour presque 2000 ans, par les divers obscurantismes...
Mon propos, ici, serait d’abord de revenir aux origines, puis de réfléchir à ce que ce concept ancien pourrait avoir de commun avec le jeu, et le jouet, bien sûr, et plus généralement avec l’ordre social.

« Métanoïa » est, comme chacun l’aura deviné, un mot grec ; de cette Grèce Ancienne qui a fourni les meilleurs outils de notre pensée, en Occident et même ailleurs.
Il est composé de deux parties : « meta » et « noia », que nous étudierons d’abord séparément, puis dans leur synergie.
La préposition « méta » signifie ‘avec’, en présence du génitif, ‘après’, ‘depuis’, ‘à la suite de’’, ‘à la poursuite de’, avec l’accusatif et ‘entre’, ‘parmi’, ‘dans’, avec le datif.
Utilsée comme préfixe, elle apporte une notion de succession, de changement au mot dont elle prend la tête.
La partie « noia » du mot provient de « nous » dont les sens sont multiples : esprit, âme, intelligence, raison, sagesse, prudence, pensée, avis, sentiment, dessein, projet, sens, signification.
La fusion des deux termes forme une synergie. On pense par exemple à « métamorphose » qui signifie ‘passage à une autre forme’, dans un muvement de transcendance : la chenille qui devient papillon.
Ainsi, la « métanoia » serait un dépassement de toutes les notions listées dans les sens de « nous ». Ce serait l’acte de transcender tout cela, de donner une nouvelle orientation à la vie, non seulement en lui faisant opérer une révolution copernicienne, mais encore en la plaçant sur un plan et dans un ordre radicalement différents.
Mais, quelle nouvelle orientation, et quel plan, quel ordre ? Et pour combien de temps ? Et pour quelle raison ou à partir de quel déclencheur ?
Prenons quelques exemples de ces changements : la « conversion » en est un, conversion à une religion ou à autre chose: politique, écologie, etc. C’est aussi le cas à l’issue d’une « NDE » (Near death experience) ou des rituels d’initiation entre autres.
Certes, on évoque ou on constate parfois qu’un choc émotionnel, esthétique, etc., peut servir de déclencheur, mais je pense qu’au plus
profond de cette démarche il y a l’expérience réelle ou symbolique, ou même imaginée, d’un contact avec la mort.
« Mourir » pour grandir !
La métanoïa n’est pas déclenchée pas par la raison ni par la volonté, mais par certains « électochocs » qui atteignent et « reprogramment » les couches les plus primitives du cerveau, ce que, traditionnellement, on nommait « le coeur ».
L’observation montre que dans ces situations, le changement est, la plupart du temps, irréversible, et qu’il se fait le plus souvent vers la disparition de la peur de la mort, vers le mépris des futilités de la vie et dans le sens de la solidarité envers son prochain.
Exactement l’orientation inverse des modèles et des « valeurs » de nos sociétés actuelles... ! !

On se demandera maintenant : et le jouet, et le jeu là-dedans ?
Eh bien, si l’on considère que le jeu —le jeu digne de ce nom—, est un rite, cela a tout à voir avec la métanoïa, à une bien plus modeste échelle, bien évidemment.

Simplement en apprenant à perdre, et aussi à gagner !

mercredi 9 décembre 2009

Uma poética janela aberta sobre a vida.



Uma janela poética que se abre para nós em Portugal para um mundo de respeito e amor pela natureza, para a alegria de criar e interagir com ela. Uma janela de esperança para crianças e jovens corações de todas as idades.
Obrigado ao João pelo link para meu blog "Jouets rustiques".

mardi 8 décembre 2009

Plaisir fractal et "décroissance"

Que me dit « Wikipédia » à propos des "fractales" ? Entre autres choses, ceci :
« Les objets fractals peuvent être envisagés comme des structures gigognes en tout point –et pas seulement en un certain nombre de points, les attracteurs de la structure gigogne classique. Cette conception ‘hologigogne’ (gigogne en tout point) des fractales implique cette définition tautologique : un objet fractal est un objet dont chaque élément est aussi un objet fractal »
Pourquoi pas ? Je n’ai pas peur des mots ‘savants’.
Mais, avec une image ce sera plus facile; je vous propose de regarder celle-ci ; c’est un chou « romanesco ».

On y voit bien qu’à tous les niveaux, et de la plus grande à la plus petite, les stuctures sont exactement identiques : des pyramides enroulées sur elles-mêmes en spirale.
Autrement dit, la plus petite de ces structures est autant « chou romanesco » que la plus grande. Seul le volume change, c’est à dire la quantité! Donc, pas la qualité, comme aurait dit le bon Monsieur de La Pallice !

Et voici le problème philosophique et/ou physiologique que je me pose maintenant: le plaisir, aurait-il lui aussi une structure fractale ? Quel plaisir dites-vous ? Eh bien, tous les plaisirs, évidemment.
Si je me pose cette question, c’est que j’ai eu l’occasion de rencontrer des « décroissants », au cours de mes pérégrinations. Et que, sans adhérer à rien —ce n’est pas mon style d’appartenir à tel ou tel—, je me suis senti « interpellé » par eux, comme on dit.
Retour à Wikipédia qui propose à « décroissance » un excellent article don j’extrais ceci :
« Les objecteurs de croissance, appelés aussi « décroissants » dans la presse, s'opposent aux défenseurs du «développement durable » ou « développement soutenable » (sustainable development), ceux-ci ne remettant pas en cause l'idéal de croissance. Les partisans de la décroissance contestent en effet l'idée d'un développement économique infini : selon eux, le taux de production et de consommation ne peut pas être durablement accru ni même maintenu, dans la mesure où la création de richesse mesurée par les indicateurs économiques comme le PIB correspond à une destruction du capital naturel et que ce dernier est épuisable.”
Suit une analyse fouillée des diverses tendances et sensibilités qui se chamaillent dans la mouvance, et des diverses critiques qui lui sont faites, toutes plus sûres d’elles-mêmes les unes que les autres, évidemment.
Je n’entrerai pas dans ces arcanes-là.

Afin d’élargir le débat, je me poserai la question du plaisir que l’on peut ressentir, et comment. Je partirai pour cela des enfants, et aussi des plus grands de tous les âges que je côtoie régulièrement dans les animations.
Je regarde la lumière de leurs yeux, je ressens la fébrilité de leurs gestes, j’éprouve la joie et le bonheur de leur satisfaction d’avoir réalisé un jouet, même le plus modeste, j’écoute leurs mots, parfois particulièrement émouvants.
Et je me demande ce qui pourrait bien être en jeu dans ces mécanismes des corps, des âmes et des esprits peut-être.
La dopamine, la noradrénaline et autres neurotransmetteurs ? Probablement.
Alors, cela voudrait dire quoi ? Je pense au vers d’Alfred de Musset : « Qu’ importe le flacon, pourvu qu’on ait l’ivresse ? », et je me dis que si un simple jouet peut donner autant de plaisir —et même beaucoup plus !— qu’un autre, très sophistiqué, c’est qu’il mobilise autant ou plus des mêmes neurotransmetteurs.
La quantité, c’est de la matière ; la qualité c’est du symbole, et je crois que le symbolique est plus fort que le matériel.
Alors, quel rapport avec les « décroissants » ?
Celui-ci : et si j’étais un « Monsieur Jourdain » de la « décroissance »? J’ai découvert que je fais, depuis toujours, de la « décroissance » sans le savoir... Dans les jouets, bien sûr, et c’est ce qui nous intéresse ici, mais dans d’autres domaines de la consommation, aussi. Souvent plus par nécessité que par vertu, faut-il le dire ?
Il n’est pas question de faire du misérabilisme, mais lorsqu’on a été entraîné à ramasser un bouton, à conserver le moindre bout de fil de fer, et à ne jamais jeter un morceau de pain, il en reste toujours quelque chose.
Les « défis » du jouet rustique, qui consistent à réaliser un projet avec les seuls moyens du bord —matériaux et outils— ne sont ni des turlutaines ni des pratiques masochistes, au sens de René Girard —se remettre en permanence dans la situation d’une bataille perdue pour espérer enfin la gagner un jour...—. Non, il s’agit bel et bien d’un style, d’un art de vivre que redécouvrent aujourd’hui les "décroissants" asphyxiés comme moi par l’hypergaspillage ambiant.
Et là est ma question, et aussi la réponse que je ressens pleinement en moi : oui, il y a qualitativement plus de plaisir à réaliser un modeste jouet avec « trois fois rien », mais en y investissant toute sa créativité, son ingéniosité, son respect et son amour —Whaoouu ! Que voilà un mot suspect !— pour un simple bout de bois, et se surprendre à dire merci à l’arbre qui nous l’a offert, qu’à vider son escarcelle à l’hyper.
Eh bien voilà, vous avez tout compris : ce « trois fois rien » pour du bonheur, c’est ça le « plaisir fractal ».
Mais, attention, n’en jetons plus ! On passerait facilement pour de dangereux illuminés, en tenant de pareils propos...

Il vaut tout de même mieux « trader » en bourse, tout en se bonifiant au bromazépam ou autres benzodiazépines ; c’est plus présentable et plus "politiquement correct", non ?

lundi 23 novembre 2009

STAGE DE FORMATEURS à Château-Arnoux

Une image, ça vaut mille mots.
Celle-ci en vaut encore plus!
Mais je n'en écrirai aucun.
Je vous laisse vous imprégner de la joie et du bonheur que nous avons tous vécus durant ce stage dans les Alpes de Haute Provence.

Les photos sont de Nathalie et de Lucie, et le montage -génial !- de Martial.